Eduardo pierdió la vida al estrellarse contra un camión; su cuerpo quedó atrapado entre las llantas.
Una vez más, la tragedia golpea con fuerza. Eduardo, un joven motociclista que acababa de compartir momentos con sus primos, falleció la noche del lunes tras impactarse violentamente contra la parte trasera de un autobús de pasajeros estacionado en la carretera Toluca-Amanalco, a la altura de San Francisco Tlalcilalcalpan, en Almoloya de Juárez.
El impacto fue brutal. Su motocicleta quedó prensada, y Eduardo atrapado entre los fierros retorcidos. Cuando llegaron las ambulancias del Servicio de Urgencias del Estado de México, ya nada podían hacer: los paramédicos sólo confirmaron la ausencia de signos vitales.
Con apoyo de equipo hidráulico, los rescatistas liberaron el cuerpo entre los escombros. Familiares acudieron a reconocerlo, mientras personal forense realizaba el levantamiento y la Fiscalía mexiquense iniciaba una investigación para esclarecer lo ocurrido y deslindar responsabilidades.
Este lamentable hecho nos obliga a alzar la voz: los motociclistas no pueden seguir confiándose. Cada trayecto implica riesgos que se multiplican si no hay atención total al entorno. La velocidad, la distracción y el exceso de confianza pueden convertirse en enemigos mortales.
🛑 Conducir una motocicleta exige prudencia, conciencia y respeto por la vida propia y ajena. Comprometámonos todos a cambiar la historia antes de que se repita.
