La tarde del miércoles, el tianguis semanal de la colonia San Agustín, en el municipio de Xalatlaco, se convirtió en escenario de una tragedia que refleja el creciente deterioro del tejido social en el Estado de México.
Minutos antes de las 16:00 horas, un hombre originario de la delegación Tlalpan, en la Ciudad de México, abrió fuego contra comerciantes locales, presuntamente bajo los efectos de alguna sustancia. El ataque, ocurrido sobre las calles Niños Héroes y Cuernavaca, dejó dos personas muertas en el lugar y una tercera que, pese a ser trasladada al hospital, falleció posteriormente a causa de una herida en la cabeza.
La reacción de los presentes fue inmediata y brutal. Testigos y vecinos lograron detener al agresor, pero en lugar de entregarlo a las autoridades, lo golpearon hasta quitarle la vida, ignorando la intervención de los servicios de emergencia municipales.
La zona fue acordonada por elementos de seguridad pública de los tres niveles de gobierno, quienes solicitaron la presencia del Ministerio Público y peritos para el levantamiento de los cuerpos. La Fiscalía General de Justicia del Estado de México ha turnado la carpeta de investigación al área de homicidios, con el objetivo de esclarecer los hechos mediante entrevistas y análisis de cámaras de vigilancia.
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🧠 Reflexión: ¿Hasta cuándo la violencia será la respuesta?
Este episodio no solo evidencia la facilidad con la que se accede a armas de fuego, sino también la normalización de la justicia por mano propia. El linchamiento, lejos de ser un acto de justicia, revela el hartazgo, la desconfianza institucional y el vacío de autoridad que se vive en muchas comunidades mexiquenses.
La violencia no es solo un dato estadístico: es una herida abierta que se manifiesta en cada mercado, cada calle y cada rostro que ha perdido la fe en el Estado de Derecho. ¿Qué estamos haciendo para evitar que el miedo y la rabia se conviertan en ley?
📍 Violencia desbordada en Xalatlaco: tres personas sin vida y un linchamiento en pleno tianguis.
