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Cientos de venados cola blanca en América del Norte dan positivo al virus SARS-CoV-2.

Las variantes de coronavirus que han encontrado los investigadores en los ciervos, son generalmente los mismos que se encuentran en los humanos que viven cerca. Sin embargo, algunos estudios sugieren que el SARS-CoV-2 en la naturaleza ya podría estar explorando nuevas vías de evolución a través de mutaciones que alteran el virus.

Todavía no está claro si el virus puede propagarse en largas cadenas de infección entre los ciervos o si la transmisión de ciervo a humano podría provocar brotes. Pero los investigadores están cada vez más preocupados por el hecho de que los animales se conviertan en un reservorio viral, sirviendo como una fuente recalcitrante de brotes y potencialmente generando nuevas variantes.

Algunos investigadores creen que la variante ómicron pasó un tiempo en un reservorio animal antes de aparecer en las personas.

Hasta el momento, los ciervos infectados no han enfermado de gravedad, pero podrían propagar la infección al ganado u otros animales salvajes que podrían ser más vulnerables.

Y esa es una gran preocupación. “Una vez que entra en la vida silvestre”, dice Marietjie Venter, viróloga médica de la Universidad de Pretoria en Sudáfrica, “básicamente no hay forma en este momento de controlarlo”.

Intervención humana
Cómo se infectan los ciervos sigue siendo un misterio para los científicos.

El contacto directo, por ejemplo, cuando las personas acarician o alimentan a los animales con la mano, podría ser un culpable.

El venado de cola blanca vive muy cerca de las personas en pueblos y ciudades de América del Norte: el venado vive cerca de las casas, deambula por las calles y explora los campus universitarios.

“Lo han hecho muy bien para adaptarse al paisaje dominado por humanos”, dice Michael Tonkovich, quien supervisa el programa de venados en el Departamento de Recursos Naturales de Ohio en Athens.

Los ciervos se crían para obtener carne en algunos estados de Estados Unidos y otros tienen programas de rehabilitación para cervatillos huérfanos por accidentes automovilísticos.

Los ciervos en cautiverio pueden tener contacto frecuente con humanos y con ciervos salvajes, o pueden escapar o ser liberados de nuevo en la naturaleza.

Otra ruta podría ser el agua residual contaminada que se escurre hacia las fuentes de agua de los animales. Aunque muchos estudios han encontrado ARN viral en aguas residuales, no han aislado el SARS-CoV-2 infeccioso. Además, no son solo los ciervos urbanos los que se están infectando; algunos viven en medio de la nada, dicen los investigadores.

Otros animales, como los gatos salvajes o los visones salvajes, podrían servir como intermediarios para la transmisión, según algunos informes.

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