En la revisión de los gastos realizados en 49 sucursales del Banco del Bienestar, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) encontró que cada una de ellas tuvo un sobrecosto de dos millones de pesos, el doble de su presupuesto original, y que se comenzaron a construir sin permisos, licencias ni derechos de los inmuebles.
En su tercera entrega de la revisión a la Cuenta Pública 2020, la ASF hizo dos auditorías sobre la construcción y adquisición de mobiliario de 218 sucursales del Banco de Bienestar realizado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y seleccionó 49 de ellas para revisar si los recursos federales fueron aplicados conforme a la legislación y normativa aplicable.
Detectó que en todas las sucursales revisadas hubo irregularidades y que el Banco del Bienestar provocó un “probable daño o perjuicio a la hacienda pública federal” por 118.2 millones de pesos, por lo que la institución debe aclarar el uso de estos recursos o devolverlos a la Tesorería de la Federación.
La auditoría 65-GB detalló que el Banco del Bienestar no llevó a cabo las acciones necesarias para que se realizaran con suficiencia los estudios para la elaboración del proyecto ejecutivo.
La ASF estableció que conceptos no previstos en el catálogo original y modificaciones al proyecto “incrementaron los costos de la obra civil de cada sucursal hasta en dos millones de pesos adicionales a los dos millones 221 mil pesos del presupuesto original para cada una.
En la construcción de las sucursales, la Sedena no acreditó la realización de las bitácoras de obra, la comunicación de la terminación de los trabajos ni la elaboración del acta de entrega recepción de cada sucursal concluida.
“No se cuenta con la documentación justificativa de las obligaciones de pago, estimaciones y números generadores relacionados con los procesos que comprenden la ejecución, control y supervisión de 32 sucursales por un monto de 70 millones de pesos”, indicó la ASF en su dictamen.
“Mientras en el proyecto estructural se indican cuatro columnas en fachada, en cinco sucursales solo se cuenta con tres columnas y en otras cuatro no se cuenta con ninguna, sin que se haya acreditado contar con el dictamen de un especialista calificado que garantice que las modificaciones efectuadas no comprometen la seguridad estructural de los inmuebles”.
En la auditoría número 64 GB se revisaron 17 sucursales ubicadas en Campeche, Jalisco, Michoacán y Yucatán.
“No llevaron a cabo las acciones necesarias para que se realizaran con la suficiencia requerida los estudios para la elaboración del proyecto ejecutivo tipo, ya que en la verificación física se observó que las 17 sucursales presentan conceptos fuera de catálogo y modificaciones efectuadas al proyecto, lo que incrementaría el costo de la obra civil de cada sucursal de dos millones 221 mil 900 pesos a cuatro millones 233 mil 800 pesos”, indicó la ASF.