El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, decretó un receso de la sesión en la que se discute la reforma eléctrica para consultar si la legisladora del PAN, Margarita Zavala, debe o no excusarse de votar, luego de que su esposo, el expresidente Felipe Calderón, trabajó como consejero independiente de la empresa Avangrid, filial de Iberdrola.
Líderes de la oposición en la Cámara Baja acusaron a Morena y al Partido del Trabajo (PT) de aplicar tácticas dilatorias para no llegar al debate sobre la reforma.
Todo comenzó luego de que la diputada de Morena, Andrea Chávez, pidió formalmente que Margarita Zavala se excusara de votar la reforma eléctrica por “tener conflicto de interés al haber recibido millones de pesos de una de las filiales de Iberdrola”, compañía que sería afectada por la cancelación de contratos en caso de que se apruebe la reforma.
El receso se prolongó por alrededor de dos horas, generando suspicacia entre los legisladores de oposición, que acusaron que se trataban de tácticas dilatorias por parte de Morena y sus aliados en la Cámara Baja.
“Yo creo que es una táctica dilatoria para el debate. No fue casualidad que antes de que iniciara esta discusión ya había más de 10 manos alzadas. Me parece sumamente casual”, dijo el diputados panista José Elías Lixa a medios que lo consultaron sobre el receso en el salón del pleno de San Lázaro.
En la sesión se dio cuenta de que el pasado 11 de abril pasado, Margarita Zavala envió un oficio a la Dirección General de Asuntos Jurídicos de la Cámara de Diputados en el que solicita determinar los efectos legales que tengan lugar, al advertir que su esposo trabajó en Avangrid, una empresa de energía renovable de Estados Unidos.
“Avangrid es una empresa diferente e independiente de Iberdrola, referida por funcionarios públicos, independientemente que la citada empresa Iberdrola participa como accionista en la empresa Avangrid. En 2018 cumplido el periodo vía anual de consejero, el expresidente Felipe Calderón renunció al Consejo de Administración de esa empresa. Mi esposo, por su parte, nunca ha trabajado en Iberdrola”, aseguró en el oficio.
La legisladora recalcó que fue electa por los ciudadanos del distrito 10 de la Ciudad de México, a quienes les rinde cuentas, así que “nada ni nadie” le impiden cumplir con sus obligaciones de manera imparcial y objetiva.
El 12 de abril, la Dirección General de Asuntos Jurídicos contestó que a raíz de los argumentos de Margarita Zavala no se encontró elementos de conflicto de interés.
“No se advierte conflicto de intereses en la participación de la diputada Zavala, en el proceso legislativo de reforma y adiciones a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia energética, ya que, como quedó dicho, no se configuran los elementos que integran dicha conducta ilícita”, concluyó.
Andrea Chávez dijo que esa resolución sólo se había basado en los dichos de Zavala, por lo que sacó un documento que, dijo, contiene las pruebas que acreditan que la legisladora del PAN “recibió en su hogar millones de pesos por parte de Iberdrola”.
Al tratarse de una situación no prevista en el reglamento de la Cámara, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez, decretó un receso para consultar el caso con los integrantes de la Mesa Directiva y de la Junta de Coordinación Política.
Andrea Chávez dijo en entrevista que las pruebas que aporta son de fuentes públicas y al haberse casado por bienes mancomunados con Felipe Calderón, Margarita Zavala “recibió poco más de 8 millones de pesos” de la filial de Iberdrola.
Por su parte, la diputada del PT, Lilia Aguilar, solicitó a la Mesa Directiva que no solo Margarita Zavala, sino la legisladora del PRD, Edna Díaz, se excusara de participar y votar la reforma eléctrica, pues en días pasados se le vio a un lado de Paolo Salerno, managing partner de Salerno y Asociados y coordinador del Comité de Energía de la Cámara de Comercio italiana en México.
